lunes, 1 de marzo de 2010

LAS COMPETENCIAS EN LA EDUCACIÓN ESCOLAR

ALGO MÁS QUE UNA MODA
Y
MUCHO MENOS QUE UN REMEDIO.


El discurso de las competencias ha ido ganando terreno de forma progresiva en todos los ámbitos y niveles de la educación formal, desde la educación superior hasta la educación infantil, convirtiéndose en muchos países en un enfoque dominante.

El concepto de competencia y los enfoques basados en competencias tienen elementos interesantes que constituyen un avance en la manera de plantearse, afrontar y de las dificultades más acuciantes con los que se enfrenta la educación escolar en la actualidad.

Los enfoques basados en competencias suponen un progreso respecto a enfoques y planteamientos precedentes, pero siguen presentando, como no puede ser de otre manera, limitaciones importantes, al tiempo que comportan riesgos y peligros en su puesta en práctica a los que conviene prestar especial atención.

Algo más que una moda…

El interés fundamental del concepto de competencia reside en el hecho de que proporciona una mirada original y muy sugerente para abordar un aspecto a la vez nuclear y extremadamente complejo de la educación escolar.

1. Movilización de los conocimientos: Ser capaz de activar y utilizar los conocimientos relevantes para afrontar determinadas situaciones y problemas relacionados con dicho ámbito.

Así por ejemplo, ser competente para comunicarse en la lengua materna significa :

“expresar e interpretar conceptos, pensamientos, hechos y opiniones de forma oral y escrita, interactuar lingüísticamente de una manera adecuada y creativa en todos los posibles contextos sociales y culturales como la educación y la formación, la vida privada y profesional y el ocio.”


Esta dimensión del aprendizaje escolar es fundamental y no puede decirse que sea totalmente novedosa.

2. La puesta en relieve de la necesaria integración de distintos tipos de conocimientos es otro aspecto esencial de los enfoques basados en competencias. Una vez más la idea no es totalmente novedosa; si que lo es en cambio, el hecho de que, al identificar y definir los aprendizajes escolares en términos de “competencias”, estamos poniendo el acento de entrada en la movilización articulada e interrelacionada de diferentes tipos de conocimientos, con todo lo que ello supone.

3. Un tercer aspecto del concepto de competencia que merece ser destacado es el relativo a la importancia del contexto en el que se adquieren las competencias y en el que se aplicaran posteriormente.
Los enfoques basados en competencias – o en capacidades situadas, es decir, en capacidades que incluyen en su caracterización la referencia a unos conocimientos y unas situaciones determinadas- pondrán más bien el acento en la necesidad de trabajar las competencias cuyo aprendizaje se quiere promover en contextos distintos.

4. Un último aspecto es la prioridad otorgada en la educación básica a la adquisición de un tipo especial de competencias: las que convierten a un aprendiz en un aprendiz competente, las que están en la base de la capacidad para seguir aprendiendo a lo largo de la vida, las que permiten desarrolla las capacidades metacognitivas que hacen posible un aprendizaje autónomo y autodirigido.


Los comentarios precedentes bastan para apoyar la afirmación de que los enfoques basados en competencias han supuesto un avance en muchos aspectos, especialmente en lo que conciérnela tipo de aprendizajes que hemos de promover desde la educación escolar y por extensión, a la identificación, selección, caracterización y organización de los aprendizajes escolares que deben formar parte del curriculo escolar.


…y mucho menos que un remedio.

Sin embargo, como ya hemos señalado deberíamos evitar caer de nuevo en el error, de atribuir a un planteamiento determinado, cualquiera que sea, la capacidad de generar más propuestas y soluciones de las que razonablemente puede proporcionar.

1. En primer lugar, las propuestas consistentes en definir los aprendizajes escolares únicamente en términos de “competencias”, son engañosas y resultan contradictorias con el concepto mismo de competencia.
La adquisición de una competencia está indisolublemente asociada a la adquisición de una serie de saberes.
En suma, para adquirir o desarrollar una competencia hay que asimilar y apropiarse siempre de una serie de saberes asociados a ella y además aprender a movilizarlos y aplicarlos.

2. La definición de los aprendizajes escolares exclusivamente en términos de competencias desgajadas de los contextos socioculturales de adquisición y de uso puede dar lugar a un proceso de homogeneización curricular que acabe ahogando la diversidad cultural.
En este sentido, la toma en consideración de los saberes asociados a las competencias no es sólo una necesidad para asegurar su adquisición y desarrollo, sino que es también una garantía para hacer compatibles dos aspiraciones irrenunciable en el mudo actual: la de educar al alumnado para el ejercicio de una “ciudadanía universal” y la de educarlo para el ejercicio de una ciudadanía enraizada en la realidad social, cultural, nacional y regional de la que forma parte.

3. Debido precisamente a la importancia que atribuyen a la aplicación y utilización del conocimiento, los enfoques basados en competencias pueden acabar generando la falsa ilusión de que la identificación y selección de los aprendizajes escolares es un proceso fácil que puede y debe ser abordado, además, desde la más estricta neutralidad ideológica.
En síntesis, el proceso de toma de decisiones sobre los aprendizajes escolares tiene un componente ideológico importante, cuya visibilidad puede quedar seriamente comprometida en algunas variantes de los enfoques basados en competencias.



Finalmente, el enfoque de las competencias no resuelve el problema de cómo evaluarlas adecuadamente. Las competencias son un referente para la acción educativa y nos informan sobre lo que debemos ayudar al alumnado a construir, a adquirir y desarrollar y también, en consecuencia, un referente para la evaluación, útil para comprobar el nivel de logro alcanzado por los alumnos y alumnas. Sin embargo, las competencias, como las capacidades, no son directamente evaluables. Las aportaciones de los enfoques basados en las competencias son muy valiosas, pero definitivamente tampoco son un remedio milagroso.


REFLEXIÓN:

Nosotras estamos de acuerdo con el texto de César Coll porque las competencias nos pueden ayudar a llevar un orden de lo que tenemos que enseñar al alumnado, pero las competencias no lo son todo y como dice en el texto no son un remedio milagroso.

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